domingo, 24 de octubre de 2010

AWFUL WEEKEND

Gracias a mi inconsciente y a mi cerebro que enfermaron mi cuerpo para que yo no pudiera salir este fin de semana. No creo que hubiera estado -de todas formas- lista para verte. Para encontrarte claramente mucho mejor solo -o más bin acompañado de las personas incorrectas- riendote y pasando un buen rato. Tal vez todabia no estoy preparada para verte con otras -porque sé, investigar tus cosas me está matando-, aunque me duele, todabía necesito preguntar por vos. ¿Por qué mierda no puedo estar un poco mejor? Hoy estube todo el día convencida de que ya te había superado, de que no necesitaba a nadie, de que ya te podría olvidar sin problemas.. Pero al segundo que toco la computadora, lo primero que hago es revisar tus pertenencias y poner tu canción favorita. ¿Cómo hago, entonces, para sacarte de mi cabeza? Necesito que tengamos nuestro final. Necesito que me digas la verdad, que no me querés y que no vamos a volver. Necesito que me lo digas a la cara, para poder empezar el segundo paso: olvidarte. Por momentos me siento mejor, como si ya no me importara nada. Después me siento mal por pensar eso, porque sé que me estoy mintiendo a mí misma. Más tarde, me doy cuenta de que soy una idiota y de la inutilidad de mis pensamientos. Casi a la noche, me imagino qué es lo que estarás haciendo. Y por último, me siento muy triste y frágil; entre la oscuridad y la soledad de esta casa, voy a la cocina y agarro un cuchillo. Suena muy fuerte tu canción -o mejor dicho, nuestra canción- , retumban en mis oídos 'no creo que yo te ame'. Las lágrimas corren junto con la sangre, y después la calma. Termina la canción, terminan mis pensamientos. Pero así no termina el dolor. Como te dije ese martes, 'ojalá pudiera odiarte, o enojarme; todo sería mucho más simple para mí..' pero no, para mi persona no es tan fácil como (creo) que te resulta a vos. Basta! Ya estoy cansada de tener que hacer entradas sobre vos y tu persona que no dejan de aparecerse en el camino de mis pensamientos constantemente. Voy a empezar a pensar un poco más en mí, y mucho menos en vos. Me alegro ya no ser un peso o una carga, me alegro que ya puedas salir y divertirte, me alegro que ya puedas estar con cuantas chicas tengas ganas, me alegro que ya puedas sonreir, me alegro que ya puedas ser el mismo de siempre. Así siempre yo, observando desde un segundo plano la felicidad ajena. Pero -como siempre- me voy a parar yo sola, voy a empezar de nuevo sin trabas ni límites. Voy a volver a ser yo misma y sonreir. Por el momento, no me queda más que estos textos llenos de nada en mi computadora.

No hay comentarios:

Publicar un comentario