miércoles, 7 de agosto de 2013

EL DÍA QUE ME DEJASTE

Como esos días que te levantas sin alma. Porque es así, es como si ese día tu alma se hubiese quedado entre las sábanas. Te levantás, te mirás al espejo, pero no hay nada que se refleje ahí. Y haces todo el camino hasta el trabajo con la cabeza gacha, esperando que alguien te reconozca, o tal vez esperando estar sola. Auriculares y música hecha para aniquilarse las venas. Llegás y nadie te mira. Porque te pasas ocho horas leyendo un libro sobre gente suicida, sobre jóvenes comúnes, como vos y como yo, pero que esconden otro yo. Y mi alterego se tira de un quinto piso y cuando la cabeza choca contra el suelo y el cerebro queda esparcido, ahí me pierdo. Y camino horas sin rumbo hacia ningún lado, la gente me lleva por delante como si no existiese. Tal vez no exista, y lo único que está recorriendo estas vacías veredas es un recuerdo de lo que solía ser mi cara. Me siento en ese lugar que no conozco y lloro. Y se me caen las lágrimas, brotan de mis ojos incontenibles, imparables, insaciables. Y escribo y escribo y nadie es capaz de responderme. Y me canso y me agoto y me muero intentando de ser escuchada. Me aburro, me alejo. Me muero, me muero me muero me muero sin salida. Me muero you're crying tragic waste of skin. Y me muero y ojalá pudieras quererme y ojalá lo hubieramos hablado antes y ojalá no hubiera llorado y no se hubieran desperdiciado estas lágrimas. Y ojalá no hubiera escuchado etas canciones tristes y te hubiera recordado, asi no te llamaba, así no se desperdiciaba esta sangre. Y ojalá pudieras quererme así como soy, y ojalá la gente no se fuera de viaje y ojalá ya no existieran canciones tristes ni libros ni esta sinfonía. Y ojalá no existieses objetos filosos cerca mío, y ojalá que esta canción se termine, y ojalá que los manchones de pintura negra salgan de mi cara porque mañana tengo que ir a trabajar, y ojalá que se corte toda comunicación conmigo y ojalá adelgace trecientos kilos así alguien podría notarme. Y ojalá nadie nunca más me abrace y ojalá no hubiese probado nunca su torta, y hubiera pasado más tiempo con él. Ojalá hubiesemos hecho menos la guerra y más el amor. Ojalá le hubiese dicho todo en su debido tiempo, y ojalá no hubiera llorado tanto, así no tendría que ver cómo las lágrimas se hacen circulitos y se unen para formar una laguna salada en la mitad de mi mesa. Ojalá no hubiese preguntado, para pasar una noche más en ignorancia, ojalá no hubiese encontrado ese dibujo, ojalá nunca hubiese encontrado el roze de nuestras pieles. Ojalá me hubieras contado más cuentos, y te hubiera confesado mis miedos. Ojalá me hubieses llevado de la mano, y ojalá me hubiese quedado aunque sea con una prenda de tu ropa. Y ojalá hubiese memorizado tu olor, o el color de tus sábanas. Ojalá me hubiese quedado algo más que un recuerdo roto, o de estas uñas calando mi piel. Ojalá alguna vez se borren de mi cabeza los nombres de tus calles, o tu living con el futón en el que tantas veces me enseñaste cómo; y ojalá ya no exista tu cocina helada, con esa heladera rota, o tus muebles home made. Ojalá no te encontrase en bicicleta, y ojalá nunca recuerde la fiesta que compartimos en tu casa. Ojalá estas lágrimas dejaran de caer, y mi ropa abrigase más, para poder dejar de temblar. Ojalá se borren tus palabras y tus caricias en la intimidad de mi colchón, y ya no existan nuestros recuerdos. Ojalá olvide el sonido de tu moto, o el hecho de preocuparme por cada vez que salís en ella; sabiendo que probablemente acabarás caído. Ojalá olvidara tu nombre, o tenerte al alcance de un click en mi computadora. Ojalá no existiesen tus calles ni el camino a tu casa; o tus remeras de Nirvana con las que vas a trabajar. Ojalá olvidase el hecho de que cada canción de Foo Fighters me recuerda a vos, simplemente porque a alguien se le ocurrió decir que te parecías a Dave Grohl. Ojalá olvidase tu barba, tus labios, tus manos expertas, tu manera de llamarme, de susurrarme al oído. Ojalá olvidase mi forma de acariciarte. Ojalá olvidase nuestras palabras compartidas, mis noches entre tus sábanas, y que me abrazaras al dormir porque soy friolenta. Ojalá olvidase cuando te mudaste, y la primera vez que pisé tu casa. Ojalá olvidase haber estado en tu hamaca paraguaya con los vecinos escuchándonos. Ojalá no recordara tus bandas favoritas, y el hecho de subir cada tanto algún video o canción o frase que fuera dedicada a vos; para que la veas y me hables, y seas mío y no de ella. Ojalá no me molestase tanto. Ojalá no me doliese tanto. Ojalá no me hubieses llamado para decirme que te importaba, y lo mucho que me querías. Ojalá esta no huebese sido la primera vez que me lo decías. Ojalá estuvieses cerca para que pudiera abrazarte, o para que veas cuando lloro; por vos. Ojalá no me hubieses llamado, ni me hubieses cortado. Ni me hubieses dicho que me extrañabas, pero que era lo mejor dejar de vernos. Ojalá no te fuese tan fácil admitir que preferís mantener cierta distancia entre nosotros. Ojalá no hubiese encontrado esta canción, y ojalá no te hubiese llorado por teléfono. Ojalá este no fuera nuestro adiós, ni nuestro hasta luego. Ojalá pudiese soportar la vida sabiendo que otra duerme a tu lado. Ojalá éste no hubiese sido el día en que me dejaste.

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