Tengo la presión de ser el modelo de hija perfecta, estudiante que aprueba sin problemas, bailarina apasionada, dibujante perfecta, compañera excepcional, amiga incansable.. simplemente persona perfecta. Lamento informarles que ésto no es otra cosa más que una simple máscara. Lo que hay detrás no es nada agradable a la vista.
Días como ayer, cuando terceros sufren por mí, es cuando me dan ganas de dejar de existir. Me veo en el espejo y sé que no vale la pena. Es cierto que no todo el tiempo es así, también hay momentos en los que la felicidad rodea mi entorno, y esbozo una sonrisa. Pero entiendo que por dentro todavía me quedan muchos asuntos sin resolver; asuntos que tengo que consultar con mi música, con el cuchillo y con la almohada. CHAU
(algunos días me gustaría ser simplemente normal)
No hay comentarios:
Publicar un comentario