y otros brazos te acaricien suavemente.
No voy a llorar, no voy a reir
las heridas no se curan fácilmente.
Narices caras, hay luna llena
tu voz se pierde en la ciudad.
Narices caras, almas en pena
un lobo cae en la ciudad.
Hija de puta, por darte mi corazón lo perdí todo. Hija de puta, no merecés llamarte mujer. Si transitás por este mundo consumiendo almas ajenas, por qué te llevaste la mía? Para desaparecer en aquel día nublado, con tus cenizas al viento y un rastro detrás. Hija de puta, son cuentos tus palabras. Líneas blancas sobre la mesa y ese perfume dulce son todo lo que dejaste. El sabor amargo del adiós que no puedo olvidar; y tus ojos clavados sobre los míos, como esperando algo más. Hija de puta, vos y tus marcas en el cuerpo, son las cosas que viviste y la mierda que elegiste. Si preferís morirte envenenada, no me llames, porque hay narices caras esta noche, y no hay tiempo para divagar. Hija de puta, me libero de vos; con el roze de tu piel clavado en el colchón.
Vos vas a fumar, yo voy a tomar
Mis caricias las tiraste al cenicero.
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