lunes, 19 de marzo de 2012

SAY MY NAME, CHANGE ME, CHANGE ME TO THE WAY YOU ARE.

Y las veo ahí, tan bonitas y rebosantes de alegría. Y las encuentro ahí, violetas, interminables, saludables.. aunque sea por un tiempo. Y giro la palma y siempre están ahí, para recordarme lo frágil que soy. Transparentes, circulantes, afinadas y otras gruesas; como raíces de los árboles se encuentran, se separan, se bifurcan y se vuelven a juntar. Desde el centro de mi cuerpo hacia cada rincón las veo, las siento.. penetrantes en mis músculos, invisibles a mi piel, vulnerables a mis huesos. Y se fusionan con una canción, y recorren cada centímetro de mi ser. Y giro la otra palma y todavía las veo, más claras que nunca; como si ellas también me estuvieran viendo. Su mirada clavada fija sobre la mía, invitándome a más. Quisiera arrancarlas, dividirlas, espantarlas, atarlas, exprimirlas.. Las encuentro perdidas, dando vueltas incoherentes dentro mío. Y es que mi pasado es peligroso, y cada cicatriz canta fuertemente ..

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