Tú estás en tu cama
Yo en la mía
No es la misma
Algo estamos haciendo mal
«Telegrama», un poema de Michel Gaztambide
martes, 29 de enero de 2013
viernes, 25 de enero de 2013
UNA ENTRADA MÁS SOBRE VOS
“Puedo ir a verte?” 23:44 pm de un jueves. Inmediatamente una sonrisa
se me dibujó en la cara. Oh, mi Cincuenta, cómo tenes tanto poder sobre
mí? Me empujé con el escritorio, y la silla de oficina en la que estaba
sentada giró varias veces en la mitad de mi cuarto, mientras yo me
abrazaba a mí misma. Cómo puede este hombre con tan solo cuatro palabras
cambiarme el humor de esa manera? La imagen era perfecta: él con deseos
de verme, yo con deseos de poseerlo. Me cambié rápidamente dando
saltitos por la casa; si iba a verlo, tenía que estar perfecta para él.
-Podes venir a verme, obvio- le contesté lo más veloz que me permitieron mis dedos.
-O preferís que hablemos por eme?-
-No, la vida real me gusta más-
In fact, la vida real me gustaba muchísimo más. Necesitaba verlo, sentir su calor. Una punzada de culpa se me instaló en el estómago, por todas las cosas que había estado pensando aquella tarde. ‘Tenes la receta justa para ponerme de mal humor.’ ‘Entre el calor y tus boludeos constantes hacia mí, me sacaron el humor del día’. ‘Hay algunas personas que sí quieren pasar su tiempo conmigo’, algunos de mis pensamientos horas atrás. Pero no iba a dejar que mis delirios arruinasen el momento. Ese hombre me quería, me deseaba, buscaba mi compañía; y ahí estaba yo, dispuesta a complacerlo.
Sonó la bocina del auto, y bajé, triunfante, para encontrarme con lo que en ese momento parecía mi salvador. Nos subimos al auto, pero no sin antes abrazarnos; teníamos tiempo de sobra. Dimos vueltas sin rumbo un largo rato, hasta estacionar cerca de un bar. Nos comenzamos a besar, impacientes. La tensión, el deseo; se sentían en el aire, pesado en mis pulmones.
-Ay nena, ahora como me bajo del auto?- Amo cuando me llama así. Besé su cuello, sugerente. Cuánto más podríamos esperar? Nos miramos, ansiosos; con nuestra piel, explotando. Me preguntó la hora, a lo que contesté que todavía era temprano; y arrancó, a toda prisa. No podía pensar claramente, se lo veía nervioso. Me limité a observarlo; a contemplar a la persona que estaba junto a mí. Movía la cabeza frenéticamente; sus brazos, fuertes y rígidos, sostenían el manubrio enérgicamente; pestañeaba más seguido de lo que necesitaba. De tanto en tanto, nuestras miradas se encontraban, a lo que yo me sonrojaba y sonreía.
Qué había hecho conmigo? Cómo fue que en pocas semanas pasó de ser nada a serlo todo? Por qué me era imposible dejar de pensarlo? La sola idea de imaginármelo subiendo a un avión por dos semanas y media hacía que se me revuelva el estómago. Cómo podría sobrevivir sin él tanto tiempo? Tan sólo recordar que estaba volviendo a Alemania por una promesa, me hacía poner mala cara. Qué clase de promesa estaba cumpliendo? Quién lo estaría esperando allá? Por qué había insistido tanto en viajar a ese país? Acordarme de ese tema sólo me ponía de mal humor, así que lo descarté de mi mente.
Llegamos a destino; estacionando el auto en un apartado oscuro, rodeado de vegetación. Apareció el mozo, pedimos unas bebidas, y se retiró. Sin esperar, me agarró por la cintura y me sentó sobre sus piernas. Es tan fuerte, tan controlador a veces; mi piel reclamaba su tacto. No había tiempo que perder. Tiempo, algo muy preciado por mí en este momento; ese tiempo que siempre me hace falta cuando estoy con él.
Nos sorprendió el mozo; pero ya no tenía vergüenza, sobre él yo estaba en casa. Cómo no sentirme así? Ahí me encontraba yo, sentada arriba del hombre que había estado en mi mente las últimas semanas, aquel hombre que puede desarmarme con la mirada. Quién hubiera dicho que alguna vez iba a tenerlo así, vulnerable, para mí sola? Y de repente mi subconsciente se acordó de su viaje a Alemania, y su promesa; y me miró con cara de desaprobación. La sangre me hirvió de celos, aunque mi rostro se encontraba inexpresivo ante semejante recuerdo.
Intercambiamos un par de palabras, y antes de que pudiera tomar siquiera la mitad de mi trago, él ya se encontraba encima de mí; o quizás era yo la que estaba sobre él. Transpiramos cada gota del deseo que alguna vez fue, y que todavía es. Y recostada sobre su pecho, en mi hogar, le confesé que lo quería. Su expresión cambió, y en su mirada apareció un rastro de dolor. Era dolor? O incomodidad? Acaso me equivoqué al decirle eso? Él cerró los ojos, inspiró profundamente con su nariz en mi pelo y respondió: -Yo también te quiero- mientras mi corazón daba un vuelco. Creo que no puedo recordar la última vez que sentí eso; o tal vez sí, pero es un nombre que no quisiera mencionar.
Cómo no podría querer a mi Cincuenta? Aún con su misterio y su pasado, y sus idas y vueltas, mis ilusiones por él eran interminables. Cómo rechazar esos sentimientos? Mi subconsciente me mira serio, ya sabe como termina esta historia; pero a mí no me importa, daría mi corazón por este hombre.
-Prometí que me iba a portar bien- pudo decir al fin entre jadeos, inclinando la cabeza hacia atrás.
-A quién se lo prometiste?- susurré en su oído, mientras mordía lentamente su cuello.
-A mí mismo- respondió con dureza –ya te dije, no puedo parar de pensar-
Me incorporé para escrutar su rostro, que se colmó con una mezcla de nostalgia y melancolía. Qué te habría pasado, mi precioso Cincuenta, en un tiempo no muy lejano, para que dejes de querer de esa manera? En qué relación estabas metido para terminar así? Quién fue aquella capaz de retener tu corazón? Por quién se te oscurece el alma de tristeza? Quién te ha quitado la capacidad de querer libremente?
Mi mente se nubló de preguntas y, por un segundo, quise escapar corriendo de allí. Nos quedamos en silencio algunos minutos; yo intentando descifrar su pasado, él, olvidarlo…
Lo miré fijamente, como haciéndole saber que sería mío, y de nadie más; que me pertenecía, así como yo a él. Pero sus ojos rechazaron los míos, en busca de libertad. Aquel hombre todavía estaba enamorado, y no había nada que yo pudiera hacer. –Me gustas tanto, hace mucho tiempo que no siento esto por alguien- musitó mientras acariciaba mi cuerpo. Suspiré; al mismo tiempo que mi subconsciente pateaba las paredes. Mucho tiempo? Algo así? Qué quería decir con eso? Es tan contradictorio todo el tiempo que me cuesta seguirle el paso. Más razones para quererlo. Me limité a sonreír, y a observar a mi Cincuenta revelando una de sus sombras.
-Podes venir a verme, obvio- le contesté lo más veloz que me permitieron mis dedos.
-O preferís que hablemos por eme?-
-No, la vida real me gusta más-
In fact, la vida real me gustaba muchísimo más. Necesitaba verlo, sentir su calor. Una punzada de culpa se me instaló en el estómago, por todas las cosas que había estado pensando aquella tarde. ‘Tenes la receta justa para ponerme de mal humor.’ ‘Entre el calor y tus boludeos constantes hacia mí, me sacaron el humor del día’. ‘Hay algunas personas que sí quieren pasar su tiempo conmigo’, algunos de mis pensamientos horas atrás. Pero no iba a dejar que mis delirios arruinasen el momento. Ese hombre me quería, me deseaba, buscaba mi compañía; y ahí estaba yo, dispuesta a complacerlo.
Sonó la bocina del auto, y bajé, triunfante, para encontrarme con lo que en ese momento parecía mi salvador. Nos subimos al auto, pero no sin antes abrazarnos; teníamos tiempo de sobra. Dimos vueltas sin rumbo un largo rato, hasta estacionar cerca de un bar. Nos comenzamos a besar, impacientes. La tensión, el deseo; se sentían en el aire, pesado en mis pulmones.
-Ay nena, ahora como me bajo del auto?- Amo cuando me llama así. Besé su cuello, sugerente. Cuánto más podríamos esperar? Nos miramos, ansiosos; con nuestra piel, explotando. Me preguntó la hora, a lo que contesté que todavía era temprano; y arrancó, a toda prisa. No podía pensar claramente, se lo veía nervioso. Me limité a observarlo; a contemplar a la persona que estaba junto a mí. Movía la cabeza frenéticamente; sus brazos, fuertes y rígidos, sostenían el manubrio enérgicamente; pestañeaba más seguido de lo que necesitaba. De tanto en tanto, nuestras miradas se encontraban, a lo que yo me sonrojaba y sonreía.
Qué había hecho conmigo? Cómo fue que en pocas semanas pasó de ser nada a serlo todo? Por qué me era imposible dejar de pensarlo? La sola idea de imaginármelo subiendo a un avión por dos semanas y media hacía que se me revuelva el estómago. Cómo podría sobrevivir sin él tanto tiempo? Tan sólo recordar que estaba volviendo a Alemania por una promesa, me hacía poner mala cara. Qué clase de promesa estaba cumpliendo? Quién lo estaría esperando allá? Por qué había insistido tanto en viajar a ese país? Acordarme de ese tema sólo me ponía de mal humor, así que lo descarté de mi mente.
Llegamos a destino; estacionando el auto en un apartado oscuro, rodeado de vegetación. Apareció el mozo, pedimos unas bebidas, y se retiró. Sin esperar, me agarró por la cintura y me sentó sobre sus piernas. Es tan fuerte, tan controlador a veces; mi piel reclamaba su tacto. No había tiempo que perder. Tiempo, algo muy preciado por mí en este momento; ese tiempo que siempre me hace falta cuando estoy con él.
Nos sorprendió el mozo; pero ya no tenía vergüenza, sobre él yo estaba en casa. Cómo no sentirme así? Ahí me encontraba yo, sentada arriba del hombre que había estado en mi mente las últimas semanas, aquel hombre que puede desarmarme con la mirada. Quién hubiera dicho que alguna vez iba a tenerlo así, vulnerable, para mí sola? Y de repente mi subconsciente se acordó de su viaje a Alemania, y su promesa; y me miró con cara de desaprobación. La sangre me hirvió de celos, aunque mi rostro se encontraba inexpresivo ante semejante recuerdo.
Intercambiamos un par de palabras, y antes de que pudiera tomar siquiera la mitad de mi trago, él ya se encontraba encima de mí; o quizás era yo la que estaba sobre él. Transpiramos cada gota del deseo que alguna vez fue, y que todavía es. Y recostada sobre su pecho, en mi hogar, le confesé que lo quería. Su expresión cambió, y en su mirada apareció un rastro de dolor. Era dolor? O incomodidad? Acaso me equivoqué al decirle eso? Él cerró los ojos, inspiró profundamente con su nariz en mi pelo y respondió: -Yo también te quiero- mientras mi corazón daba un vuelco. Creo que no puedo recordar la última vez que sentí eso; o tal vez sí, pero es un nombre que no quisiera mencionar.
Cómo no podría querer a mi Cincuenta? Aún con su misterio y su pasado, y sus idas y vueltas, mis ilusiones por él eran interminables. Cómo rechazar esos sentimientos? Mi subconsciente me mira serio, ya sabe como termina esta historia; pero a mí no me importa, daría mi corazón por este hombre.
-Prometí que me iba a portar bien- pudo decir al fin entre jadeos, inclinando la cabeza hacia atrás.
-A quién se lo prometiste?- susurré en su oído, mientras mordía lentamente su cuello.
-A mí mismo- respondió con dureza –ya te dije, no puedo parar de pensar-
Me incorporé para escrutar su rostro, que se colmó con una mezcla de nostalgia y melancolía. Qué te habría pasado, mi precioso Cincuenta, en un tiempo no muy lejano, para que dejes de querer de esa manera? En qué relación estabas metido para terminar así? Quién fue aquella capaz de retener tu corazón? Por quién se te oscurece el alma de tristeza? Quién te ha quitado la capacidad de querer libremente?
Mi mente se nubló de preguntas y, por un segundo, quise escapar corriendo de allí. Nos quedamos en silencio algunos minutos; yo intentando descifrar su pasado, él, olvidarlo…
Lo miré fijamente, como haciéndole saber que sería mío, y de nadie más; que me pertenecía, así como yo a él. Pero sus ojos rechazaron los míos, en busca de libertad. Aquel hombre todavía estaba enamorado, y no había nada que yo pudiera hacer. –Me gustas tanto, hace mucho tiempo que no siento esto por alguien- musitó mientras acariciaba mi cuerpo. Suspiré; al mismo tiempo que mi subconsciente pateaba las paredes. Mucho tiempo? Algo así? Qué quería decir con eso? Es tan contradictorio todo el tiempo que me cuesta seguirle el paso. Más razones para quererlo. Me limité a sonreír, y a observar a mi Cincuenta revelando una de sus sombras.
miércoles, 23 de enero de 2013
WHY NOT KILL MYSELF?
The debate was wearing me out. Once
you've posed that question, it won't go away. I think many people kill
themselves simply to stop the debate about whether they will or they
won't.
Anything I thought or did was immediately drawn into the
debate. Made a stupid remark--why not kill myself? Missed the
bus--better put an end to it all. Even the good got in there. I liked
that movie--maybe I shouldn't kill myself.
Actually, it was only
part of myself I wanted to kill: the part that wanted to kill herself,
that dragged me into the suicide debate and made every window, kitchen
implement, and subway station a rehearsal for tragedy.
I didn't
figure this out, though, until after I'd swallowed the fifty aspirin.
They were metaphorical. I wanted to get rid of a certain aspect of my
character. I was performing a kind of self-abortion with those aspirin.
It worked for a while. Then it stopped,-but I had no heart to try again.
Dame cien kilos de aspirinas, dame una tarde libre de tu memoria, regálame un minuto de paz de tu Mirada. Porque te vas, con un pasado y un futuro; mientras yo me quedo acá, con el equipaje en mano, esperando por tu partida. Te vas, liberándote de mí y de todo lo demás. Ya estamos demasiado rotos –broken- por dentro como para curarnos. Tus heridas no cicatrizan, no sanan, no mejoran, no avanzan. Todo tu ser está en ella, y nada en mí. Y solo puedo resignarme a verte, a escucharte mientras me ilusionas. Palabras que quedan grabadas en mi memoria, pero que no son para mí.
Dame una tarde libre de tu memoria; concédeme una noche donde no importe tu pasado. Donde solo exista un presente y un ahora; y un nosotros, por sobre todas las cosas.
Y me pongo los auriculares, en busca de un alivio a esta tarde; pero el mundo y mi destino parecen complotarse para volver a encontrarte en canciones:
I thought that you were safe, but all your cracks show that I could get undressed, you still look depressed. It’s all too much, you’re so cold to touch, and you don’t open up. Your kisses are not what I wanted; your kisses are not what I crave. Your kisses may be a beautiful art, but all I ever wanted was your heart, right from the start.
Then I see that I’m not the only one in your life; and I start to wonder what this girl, she might be like. I look into your eyes when you’ve been crying, to see if the tears that she made are slowly drying. But even if they dry, it doesn’t mean that you’re feeling ok, because you’re still sad inside. All you really need is her to comfort you; but she doesn’t understand, she doesn’t hold your hand.
Her kisses were just what you wanted; her kisses were just what you crave. And her kisses may be a beautiful art, but she doesn’t really care about your heart…
martes, 22 de enero de 2013
Pablo dice: (01:10:35)
sabes lo q me mato
Pablo dice: (01:10:38)
?
Pablo dice: (01:10:54)
como q me senti no se...
Pablo dice: (01:10:58)
no se como explicarlo
Pablo dice: (01:11:16)
no se
Fiorella dice: (01:11:17)
..
Fiorella dice: (01:11:17)
dale
Pablo dice: (01:11:36)
varias cosas
Pablo dice: (01:11:37)
no se
Pablo dice: (01:11:43)
superado?
Fiorella dice: (01:11:52)
superado?
Pablo dice: (01:11:54)
no podia solucionarlo?
Fiorella dice: (01:12:01)
ah, superado por la situacion
Pablo dice: (01:12:08)
si
Pablo dice: (01:12:17)
y dsp como q no entendia
Pablo dice: (01:12:19)
xq el cambio
Pablo dice: (01:12:29)
y como q todo lo bien q me habias hecho sentir
Pablo dice: (01:12:31)
cuando te vi
Pablo dice: (01:12:42)
mmm me di cuenta q noeras vos
Pablo dice: (01:12:47)
y (N)
Pablo dice: (01:13:11)
no era por verme a mi q estabas contenta cuando te vi
Pablo dice: (01:13:20)
era porque no entendias nada
Pablo dice: (01:13:59)
como q suena feo
Pablo dice: (01:13:59)
pero
Pablo dice: (01:14:02)
boludeado
Pablo dice: (01:14:03)
?
Pablo dice: (01:14:29)
vos te acordas cuanto espere en la puerta?
Pablo dice: (01:14:34)
de tu amigo?
Fiorella dice: (01:14:40)
si
Pablo dice: (01:14:52)
no entendia nada
sabes lo q me mato
Pablo dice: (01:10:38)
?
Pablo dice: (01:10:54)
como q me senti no se...
Pablo dice: (01:10:58)
no se como explicarlo
Pablo dice: (01:11:16)
no se
Fiorella dice: (01:11:17)
..
Fiorella dice: (01:11:17)
dale
Pablo dice: (01:11:36)
varias cosas
Pablo dice: (01:11:37)
no se
Pablo dice: (01:11:43)
superado?
Fiorella dice: (01:11:52)
superado?
Pablo dice: (01:11:54)
no podia solucionarlo?
Fiorella dice: (01:12:01)
ah, superado por la situacion
Pablo dice: (01:12:08)
si
Pablo dice: (01:12:17)
y dsp como q no entendia
Pablo dice: (01:12:19)
xq el cambio
Pablo dice: (01:12:29)
y como q todo lo bien q me habias hecho sentir
Pablo dice: (01:12:31)
cuando te vi
Pablo dice: (01:12:42)
mmm me di cuenta q noeras vos
Pablo dice: (01:12:47)
y (N)
Pablo dice: (01:13:11)
no era por verme a mi q estabas contenta cuando te vi
Pablo dice: (01:13:20)
era porque no entendias nada
Pablo dice: (01:13:59)
como q suena feo
Pablo dice: (01:13:59)
pero
Pablo dice: (01:14:02)
boludeado
Pablo dice: (01:14:03)
?
Pablo dice: (01:14:29)
vos te acordas cuanto espere en la puerta?
Pablo dice: (01:14:34)
de tu amigo?
Fiorella dice: (01:14:40)
si
Pablo dice: (01:14:52)
no entendia nada
(Si existe un Dios, por favor te pido
protegelo de mí.
Haz que se vaya lejos, muy lejos de aquí
para que no pueda verme ni en sueños.
Por favor, protegelo de mí,
para que no pueda sentirme.
Para ahogarme en mi incoherencia
y que me maten los suspiros)
protegelo de mí.
Haz que se vaya lejos, muy lejos de aquí
para que no pueda verme ni en sueños.
Por favor, protegelo de mí,
para que no pueda sentirme.
Para ahogarme en mi incoherencia
y que me maten los suspiros)
domingo, 20 de enero de 2013
sábado, 19 de enero de 2013
Por favor, dejame ser
la clase de persona que quiere,
la clase de vida que quiere,
la clase de chica que quiere,
la clase de normalidad que quiere,
la clase de personalidad que quiere,
la clase de físico que quiere.
Por favor, dejame decir las palabras que quiera,
hacer los gestos que quiera, sonreír las veces que quiera,
callar cuantas veces quiera, besar solo cuando quiera.
Por favor, dejame ser justo lo que quiere.
- te regalo mi locura, y las pocas neuronas que quedan ya-
jueves, 17 de enero de 2013
Valerie: What would you have said to her?
Susanna: I don't know. That I was sorry. That I will never know what it was like to be her. But I know what it's like to want to die. How it hurts to smile. How you try to fit in but you can't. You hurt yourself on the outside to try to kill the thing on the inside.
Valerie: Susanna, it's all well and good to tell me all this; but you gotta tell some of this to your doctors.
Susanna: How the hell am I supposed to recover when I don't even understand my disease?
Valerie: But you do understand it. You spoke very clearly about it a second ago. But I think what you've gotta do is put it down. Put it away. Put it in your notebook, but get it out of yourself. Away so you can't curl up with it anymore.
Susanna: Lisa thinks it's a gift. That it lets you see the truth.
Valerie: Lisa's been here for 8 years.
Susanna: [crying] I'm so sorry. I was a bitch. I was a bitch.
Valerie: Don't drop anchor here, you understand?
Susanna: [narrating] When you don't want to feel, death can seem like a dream. But seeing death, really seeing it, makes dreaming about it fucking ridiculous. Maybe, there's a moment growing up when something peels back... Maybe, maybe, we look for secrets because we can't believe our minds...
[overlapping words]
Susanna: All I know is that I began to feel things again. Whatever I was, I knew there was only one way back to the world and that was to use the place to talk. So I saw the great and wonderful Dr. Wick three times a week and I let her hear every thought in my head.
- PARA RECORDAR: subir últimos tres capítulos de Girl Interrupted -
Susanna: I don't know. That I was sorry. That I will never know what it was like to be her. But I know what it's like to want to die. How it hurts to smile. How you try to fit in but you can't. You hurt yourself on the outside to try to kill the thing on the inside.
Valerie: Susanna, it's all well and good to tell me all this; but you gotta tell some of this to your doctors.
Susanna: How the hell am I supposed to recover when I don't even understand my disease?
Valerie: But you do understand it. You spoke very clearly about it a second ago. But I think what you've gotta do is put it down. Put it away. Put it in your notebook, but get it out of yourself. Away so you can't curl up with it anymore.
Susanna: Lisa thinks it's a gift. That it lets you see the truth.
Valerie: Lisa's been here for 8 years.
Susanna: [crying] I'm so sorry. I was a bitch. I was a bitch.
Valerie: Don't drop anchor here, you understand?
Susanna: [narrating] When you don't want to feel, death can seem like a dream. But seeing death, really seeing it, makes dreaming about it fucking ridiculous. Maybe, there's a moment growing up when something peels back... Maybe, maybe, we look for secrets because we can't believe our minds...
[overlapping words]
Susanna: All I know is that I began to feel things again. Whatever I was, I knew there was only one way back to the world and that was to use the place to talk. So I saw the great and wonderful Dr. Wick three times a week and I let her hear every thought in my head.
- PARA RECORDAR: subir últimos tres capítulos de Girl Interrupted -
BREAK ON THROUGH TO THE OTHER SIDE
I found an island in your arms
Country in your eyes
Arms that chain
Eyes that lie
Break on through to the other side
Break on through to the other side
Break on through, oww!
Country in your eyes
Arms that chain
Eyes that lie
Break on through to the other side
Break on through to the other side
Break on through, oww!
Everybody loves my baby
Everybody loves my baby
She get(s high)
She get(s high)
She get(s high)
She get(s high)
Everybody loves my baby
She get(s high)
She get(s high)
She get(s high)
She get(s high)
- cómo me la subis The Doors -
No se puede luchar contra nuestro pasado; siempre esta ahí, clavado, postrado, esperando por más. Ya ni hace falta que me digan, lugares donde fueron, personas que conocieron, promesas que alguna vez pretendieron cumplir, corazones que jugaron a romper. Ya no me interesa nada de eso, porque no puedo ser ni un pasado ni un presente. No entro en la clase de vida que se quiere tener - que quiere tener -
Yeah! Come on, come on, come on, come on
Now touch me, baby
Can't you see that I am not afraid?
What was that promise that you made?
Why won't you tell me what she said?
What was that promise that you made?
Now touch me, baby
Can't you see that I am not afraid?
What was that promise that you made?
Why won't you tell me what she said?
What was that promise that you made?
HERE, AIR
How can I be who I could've been?
I'd like to start over again.
Angels, did I fail you with my fall?
What are we but the cause of it all?
It's been a long time
Of getting out of myself.
Now that I'm here I find
That what keeps alive.
Is all you are
It's all you have
Hey ya
Hey ya
How can I get just one more chance?
I see you in pain and I wish I had
The ability to be your man.
They once told me that time would come to pass.
Now I know to be careful
What I don't believe.
Cause that fate came so close
But right out of my reach.
What's good for you
Is good for me too.
Do you hear, I'm here for you now
I'm here for you now
I'd like to start over again.
Angels, did I fail you with my fall?
What are we but the cause of it all?
It's been a long time
Of getting out of myself.
Now that I'm here I find
That what keeps alive.
Is all you are
It's all you have
Hey ya
Hey ya
How can I get just one more chance?
I see you in pain and I wish I had
The ability to be your man.
They once told me that time would come to pass.
Now I know to be careful
What I don't believe.
Cause that fate came so close
But right out of my reach.
What's good for you
Is good for me too.
Do you hear, I'm here for you now
I'm here for you now
miércoles, 16 de enero de 2013
[first lines]
Mark "Rent-boy" Renton: [narrating] Choose Life. Choose a job. Choose a career. Choose a family. Choose a fucking big television, choose washing machines, cars, compact disc players and electrical tin openers. Choose good health, low cholesterol, and dental insurance. Choose fixed interest mortgage repayments. Choose a starter home. Choose your friends. Choose leisurewear and matching luggage. Choose a three-piece suit on hire purchase in a range of fucking fabrics. Choose DIY and wondering who the fuck you are on Sunday morning. Choose sitting on that couch watching mind-numbing, spirit-crushing game shows, stuffing fucking junk food into your mouth. Choose rotting away at the end of it all, pissing your last in a miserable home, nothing more than an embarrassment to the selfish, fucked up brats you spawned to replace yourselves. Choose your future. Choose life... But why would I want to do a thing like that? I chose not to choose life. I chose somethin' else. And the reasons? There are no reasons. Who needs reasons when you've got heroin?
- Agarrá la frase más quemada de la historia y hacela tuya -
Mark "Rent-boy" Renton: [narrating] Choose Life. Choose a job. Choose a career. Choose a family. Choose a fucking big television, choose washing machines, cars, compact disc players and electrical tin openers. Choose good health, low cholesterol, and dental insurance. Choose fixed interest mortgage repayments. Choose a starter home. Choose your friends. Choose leisurewear and matching luggage. Choose a three-piece suit on hire purchase in a range of fucking fabrics. Choose DIY and wondering who the fuck you are on Sunday morning. Choose sitting on that couch watching mind-numbing, spirit-crushing game shows, stuffing fucking junk food into your mouth. Choose rotting away at the end of it all, pissing your last in a miserable home, nothing more than an embarrassment to the selfish, fucked up brats you spawned to replace yourselves. Choose your future. Choose life... But why would I want to do a thing like that? I chose not to choose life. I chose somethin' else. And the reasons? There are no reasons. Who needs reasons when you've got heroin?
- Agarrá la frase más quemada de la historia y hacela tuya -
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