Y que extraño que fue abrir los ojos y volverme a encontrar a mí misma sentada en esa cama; en esa misma cama que había tocado meses atrás, pero esta vez con pensamientos, decisiones, sentimientos y razones diferentes. Tal vez ya había crecido, tal vez solo necesitaba una voz que me dijera: 'te entiendo'. Porque, ¿es eso lo que en realidad estoy buscando? ¿Solo estoy buscando una persona que sea real? ¿o es nada más que una excusa para no sentir nada por nadie? Siempre con el pretexto de ser incomprendida viajo por el mundo, pretendiendo encontrar a alguien que sea exactamente lo que estoy buscando; cuando en realidad lo tengo en frente de mí. No entiendo cómo me cuesta tanto entender que la gente es simplemente igual que yo - en algunos aspectos - y hasta si les doy una oportunidad, estoy segura que podrían entrar en mi vida. El mundo no está siempre tan en contra mío, el destino no está jugandome una 'mala pasada' , porque simplemente el universo no da vueltas al rededor mío. Supongo que no soy la única persona que tiene estas cosas en la mente; pero me siento la única que no tiene un lugar al que pertenece. Igual, el propósito de este texto -contrariamente a los otros- no es exponer toda mi vida y mis sentimientos, ni mucho menos mis debilidades - que claramente son muchas - ; sino que es simplemente para retomar el viejo hábito de escribir en mi hermosa página. Admito que hace días que no veo ni a mis peces, ni a Jorgelina, hace días que no escucho la música saliendo de acá, hace mucho que no releo páginas escritas anteriormente, hace demasiado que no lloro leyendo mis títulos y hace mucho más que no se me hace total y completamente necesario mantener abierta esta página todo el día. ¿Cuál será la razón? Tal vez es porque esta tristeza se está agotando, quizá mis recursos se están cayendo por el vacío, o puede ser que cada vez más personas la estén leyendo. ¿De verdad quiero que estos extraños sepan todo de mi vida? Bueno, cuando digo todo en realidad no significa eso. Cada vez me cuesta más diferenciar mi mundo del mundo exterior; cada vez me cuesta más encontrar la línea que separa la verdad de la fantasía. Muchas veces me encuentro con recuerdos que no podría decir con certeza si fueron realidad o un sueño.
Es que tengo tantas cosas para decir, tantos pensamientos y palabras que se me cruzan todo el tiempo por mi cabeza; tantos sentimientos chocando unos contra otros, unos contra la razón y las memorias. Interminables batallas recorren mis venas todos los días. ¿De verdad quiero esto? Me cuesta encontrar lo que de verdad deseo, y lo que el resto del mundo pretende de mí. Es inexplicable la cantidad de cosas que se me pasan por la cabeza en cada milésima de segundo. Últimamente no pude saber -siquiera- si me encuentro en un estado semi bien/mal. No podría ni siquiera asegurar que puedo confiar en mí misma. Soledad, solo aquella soledad que me acompaña, que me celebra, que me aconseja, que me idolatra, que me idiotiza, que me inspira, que me grita, que me calla, que me abraza, que me acaricia, que me ignora, que me regocija, que me golpea, que me levanta, que me canta, que me corta, que me moviliza, que me insulta, que me amarga, que me recuerda, que me suspira, que me susurra al oído, que me confunde - Soledad que no es mi enemiga, pero temo que se convierta en mi amante. Soledad te amo, soledad no me abandones. Soledad te odio, pero no sé si estoy preparada para olvidarte; no creo que quiera ser parte de la sociedad todavía.
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